Ya hemos hablado en muchas ocasiones de que la franquicia consiste en replicar un modelo de negocio. Como norma general, no se deja lugar a la improvisación. La Central Franquiciadora proporciona a sus franquiciados las instrucciones precisas para que las franquicias sean una copia exacta de un diseño fijo con unas instalaciones, productos, servicios, procedimientos de trabajo, etc. absolutamente iguales unos a otros. Sin embargo, no siempre es así y hay ocasiones en las que  se deja un margen de discrecionalidad a los franquiciados para la adaptación del negocio a la coyuntura de la localidad en la que se implanta. Veamos algunos ejemplos para España que nos ayudarán a entenderlo mejor:

• Tienda de ropa que amplía su colección de invierno para las franquicias situadas en el norte de España y en las Comunidades de clima frío. De igual modo opera en las localidades más cálidas estirando más la temporada de verano y ampliando la colección. Esta adaptación le permite aprovechar al máximo la demanda de cada zona lo que beneficia a los clientes y la beneficia a ella.
• Hamburguesería con una carta en la que se permite un porcentaje de especialidades adaptado a la localidad en la que se implante la franquicia. Hamburguesa de ternasco en Zaragoza, de cachopo en Asturias, de pulpo en Galicia, etc…  Esto permite ajustarse a los gustos de la zona y aprovechar el tirón de determinados productos que están de moda o que siempre tienen un público fiel.