Hemos hablado infinidad de veces de que las franquicias son negocios con una personalidad propia: el famoso Know how y que además tienen una serie de elementos estéticos que las hacen totalmente características. Para ello siempre recalcamos la importancia de ponernos en manos de un buen estudio de diseño y de registrar debidamente todo el mobiliario y la imagen corporativa. Hoy vamos a ir un paso más allá y hablar del ambiente del negocio, de cuatro parámetros fundamentales que muchas veces son los grandes olvidados. No podemos olvidar que tratamos de crear en el cliente sensaciones positivas que se asocien fuertemente a la franquicia.
- Olor: el olor es importantísimo. Nuestra franquicia tiene que oler de una manera muy concreta, agradable para nuestro público y que se corresponda con la identidad del negocio. Por ejemplo, una franquicia de ropa deportiva puede oler fresca, una tienda de ropa para señoras puede oler un poco más dulce. Hay empresas como Ambiseint que desarrollan aromas personalizados para cada negocio y que pueden asesorar a la propiedad sobre las tendencias olfativas más adecuadas.
- La temperatura es otro aspecto a tener en cuenta. Parece obvio que si los clientes pasan mucho frío o mucho calor el tiempo de estancia en las dependencias será mínimo. Hace unos años, las cadenas de supermercados tenían congeladores y expositores abiertos. Esto suponía un gasto de energía considerable ya que el frío se dispersaba y suponía tener los pasillos de congelados vacíos con lo que los clientes iban a por lo estrictamente necesario y salían de allí. No hay que olvidar que muchas de las compras en los supermercados se hacen por impulso y lo que no se ve, no se compra.
- La luz también tiene que ser la adecuada: fría o cálida dependiendo del negocio, de lo que se venda y de cómo se venda. Se puede jugar con ella para destacar productos o para crear distintos ambientes dentro de un mismo local.
- La música: al igual que el olor imprime personalidad al negocio y obviamente tiene que ir en consonancia con la imagen corporativa. Por regla general tiene que ser lo suficientemente alta para que se escuche y los suficientemente baja como para que no impida oír las conversaciones. En este punto es muy ilustrativo el tratamiento del hilo musical que se hace en dos negocios que no son franquicias ZARA HOME y BERSKHA donde la música se ajusta totalmente a lo que son las tiendas.
Como veis, detrás de una gran marca ¡nada se deja al azar!