Muchas veces cuando hablamos de las bondades de la franquicia nos centramos en una de las que, a nuestro parecer, es de las mayores ventajas que tiene el crecer bajo esta fórmula comercial y es la ausencia de riesgo. Para ser más estrictos, sí que hay pequeños riesgos pero significativamente bajos si lo comparamos con los negocios tradicionales. De ellos hablaremos más adelante.
A la hora de hacer crecer una empresa, la inversión suele ser el principal hándicap y es normal. En una época como la actual con escenarios económicos inciertos y continuamente cambiantes, arriesgarse a realizar un desembolso elevado es una prueba de fuego para las finanzas de una empresa. Hoy por hoy, invertir con mucha cautela es la tónica general entre los empresarios cuando hablamos de crecer.
Crecer en franquicia supone que la apertura de nuevas unidades correrá por cuenta del franquiciado con lo que la inversión para la central (lo que serían alguno de los pequeños riesgos a asumir): proyecto de franquicia y adaptación de la empresa a un futuro redimensionamiento, no son tan elevados en el caso de que la idea no fructifique como si las aperturas a realizar fuesen propias. De igual modo los posibles cierres no dejan tan afectada a la central como si fueran propios.
¿Se os ocurre otra forma mejor de crecer con poco presupuesto y asumiendo un riesgo tan bajo?
De todas formas, esta negatividad tampoco es la tónica general de nuestros post pero es necesario dar visibilidad a estas cuestiones que surgen a la hora de plantearse franquiciar un negocio. De lo que estamos convencidos es que desde Centro Franquicias hacemos un estudio previo de la franquiciabilidad de un proyecto por lo que si tienes una buena idea, no dudes en llamarnos y estamos seguros de que con un poco de trabajo, la haremos realidad.