Muchas veces las personas que están buscando una franquicia se encuentran con un maremágnum de términos nuevos que desconocen. Uno de los primeros en aparecer son los royaltys o regalías, como se llaman en muchos países de Hispanoamérica. Hoy vamos a explicar en qué consisten a todas aquellas personas que se acercan a este concepto desde cero. Para introducirnos en la explicación con anterioridad tenemos que tener un par de premisas claras.
En primer lugar, en España hay contratos de franquicia de todo tipo y condición. La legislación al respecto es muy somera y por tanto, uno se puede encontrar con contratos de franquicia que tienen royaltys de publicidad, royaltys a secas, contratos que tienen unos y no tienen otros e incluso franquicias que no cobran royaltys. Por tanto, va a ser difícil hablar en términos generales pues como siempre repetimos en este sector cada empresa es un mundo.
En segundo lugar hay que tener claro que es el know how. El know how o saber hacer es el conjunto de conocimientos, experiencias, etc… base del éxito empresarial de la franquicia que se transmite al franquiciado. Know how son las recetas de un restaurante, los acuerdos en exclusiva con determinados proveedores, determinadas maneras de hacer las cosas, de tratar a los clientes, etc… Todo este Know how es el alma de la franquicia, la razón de ser de su éxito que la diferencia de las demás y se cuantifica, o se puede cuantificar, económicamente en el canon de entrada, otro concepto que más adelante explicaremos, y/o en los royaltys mensuales que bien pueden cobrarse por este motivo o como gastos operativos de la central franquiciadora. En lenguaje coloquial pero de una manera muy fácil de entender podríamos decir que los royaltys son algo así como el alquiler que cobra una marca por dejar a un franquiciado pertenecer a ella y beneficiarse de las ventajas que eso trae consigo.
El Know how se suele cobrar mensualmente como un porcentaje de los beneficios o como una cantidad fija, eso dependerá del criterio de la central franquiciadora. Las hay incluso que al inicio de la actividad dejan un periodo de carencia, en el que no se cobran, al objeto de ayudar al franquiciado en la implantación y también es muy habitual encontrarse royaltys progresivos.
Como se puede ver y como apuntamos al principio, los royaltys son todo un abanico de posibilidades en el que resulta muy difícil hablar en líneas generales. Sin embargo, esperamos que este pequeño texto haya servido para aclarar un poco este concepto a todos aquellos que se acercan por primera vez al término.